La Construcción vive uno de sus años más difíciles motivados por una pandemia que ha afectado a toda la industria mundial.
En esta crisis económica española, uno de los mejores medidores de los índices de construcción es la venta de cemento. Según el periódico ABC, la venta de cemento, “Se contrajo un 13,4% entre enero y agosto, hasta las 8.620 toneladas. Y las previsiones apuntan a que a final de año se situará en torno a las 13.000 toneladas, un nivel similar al registrado en 1966 y en los años más duros de la última crisis económica.”
Según los datos estadísticos de OFICEMEN se estima para el 2020 una caída entre el 10% y 12%. Adicionalmente estima que para los próximos 2 años la caída en el consumo será sostenida hacia la baja.
Junto a la nota que el 2019 el sector de la construcción terminó en recesión cabe destacar que esta crisis sanitaria ha encarecido otros materiales de construcción y la mano de obra dando como resultado una disminución en las contrataciones.
El sector de la construcción lleva años afirmando el desenlace de esta situación, pero solo hasta ahora cuando la economía está afectando a las pequeñas y medianas empresas hace reaccionar al gobierno a buscar reforzar la inversión por la industrialización en el ámbito residencial como alternativa.